sábado, 4 de agosto de 2018

16. Confesiones de una chica con insomnio.


La mente es la parte más poderosa del cuerpo. Te puede hacer fuerte o débil. Te puede hundir o levantarte. Y tú y solo tú, puedes dejar que te condicione.

Puede parecer raro lo que voy a contar ahora, pero, hoy he acabado una serie. En realidad, ya la había visto pero me gusta tanto que la he vuelto a ver.
La serie se llama “Glee”. Quizás sepáis cual es o quizás no, si ese es el caso, os la recomiendo al ciento diez por cien.
La serie va sobre un grupo de chicos de instituto, muy diferentes entre sí, que se unen por el coro y por su pasión para cantar. Pero, la amistad que ahí consolidaron fue más allá, hasta el final de la universidad y hasta cuando cada uno tenía la vida más o menos encarrilada.
Por ese simple hecho me he puesto a pensar en mi futuro. Qué me pasará cuando acabe la carrera, cuando comience en un trabajo y me tenga que ir de mi ciudad, lejos de mi gente. ¿seguiremos teniendo contacto? ¿Es cierto eso de que los amigos de la infancia y la adolescencia jamás permanecen?

Me da miedo el futuro.
Me da miedo no saber desempeñar el rol de adulto, el tener que tomar decisiones, pagar facturas, ver la muerte más de cerca (y no por el hecho de que sea enfermera).
A veces me pregunto si la vida sirve para algo. ¿Por qué existir para trabajar, sufrir, enfermar, enamorarte, llorar? Si al final, el final de todo, es la muerte.

Ojalá algún día, alguien, me lo pueda explicar.